viernes, 7 de agosto de 2009

El régimen islámico acosa a la prensa que critica a Ahmadineyad


Por Ángeles Espinoza (El País, Madrid)

Teherán.- Hay que madrugar para encontrar Etemad-e Melli en el quiosco. Tras el cierre del diario Kalameh Sabz a principios de julio, el periódico de Mehdi Karrubí se ha convertido en el favorito de quienes cuestionan el triunfo de Mahmud Ahmadineyad en las elecciones del pasado junio. El Gobierno lo sabe y, sin llegar a clausurarlo, está tratando de acallar su voz, una de las pocas críticas aún toleradas. Tres de sus periodistas han sido detenidos desde que empezaron las protestas, el Ministerio de Orientación Islámica le ha enviado una advertencia, e incluso está dificultando su distribución.
[+/-]
"Hoy no ha llegado; quizás más tarde", afirma el quiosquero a pesar del madrugón. Pero según el prestigioso periodista iraní Masoud Behnoud, que monitorea desde Londres la prensa de su país, "las autoridades están bloqueando la distribución de Etemad-e Melli" con diferentes pretextos. Está claro que no les gusta su cobertura de la crisis post electoral. El 1 de julio ya impidieron que el diario saliera de la imprenta. En la primera página llevaba un artículo de opinión de Karrubí, su editor, en el que tachaba de "ilegítimo" al nuevo Gobierno, pero al día siguiente el periódico volvía a estar a la venta.

Después del cierre de Kalameh Sabz (Palabra Verde), el diario que Mir- Hosein Musaví lanzó para promover su campaña electoral, y del bloqueo de la mayoría de las webs reformistas, Ahmadineyad tal vez no quería ser acusado de silenciar a sus opositores. Sin embargo, Karrubí ha decidido no morderse la lengua y su franqueza está resultando excesiva. El Ministerio de Orientación Islámica le envió el pasado lunes una advertencia escrita en la que le acusa de publicar "informaciones falsas y numerosos artículos que constantemente cuestionan el proceso legal de las décimas elecciones presidenciales", según informó la agencia Mehr.

El aviso quedó subrayado dos días después con la detención de Mehdi Yazdani Joram, un redactor de la sección de Cultura, "sin orden judicial, cuando se encontraba en una librería cercana a la sede del periódico", de acuerdo con el propio rotativo. Joram es el tercer periodista de Etemad-e Melli privado de libertad desde que se iniciaran las protestas por el resultado electoral el pasado 13 de junio. Etemad-e Melli, significa Confianza Nacional, el nombre del partido lanzado por Karrubí tras su derrota en las presidenciales de 2005.

La mayor cárcel de periodistas

Otros dos periodistas más han sido detenidos también esta semana, según la Federación Internacional de Periodistas (FIP). Se trata de Reza Nurabajsh, redactor del diario Farhikhtegan (también crítico) y Mir-Hamid Hasanzadeh, redactor de la agencia Isna y director del sitio web Ghalamnews, que ha sustituido al cerrado Kalameh Sabz como portavoz de Musaví. Con ellos son ya 42 los informadores encarcelados en Irán, según la FIP, lo que ha llevado a Reporteros Sin Fronteras a calificar este país "de la mayor cárcel para periodistas del mundo".

Además, la FIP ha denunciado el cierre de la Asociación de Periodistas iraníes el pasado miércoles por la noche, horas antes de que sus miembros se reunieran para revisar sus estatutos. Según la televisión estatal PressTV, hace un par de semanas la asociación ya tuvo que cancelar una reunión para debatir los disturbios post electorales, por instrucciones de los servicios de seguridad.

"Las acciones del Gobierno contra los medios de comunicación y los periodistas erosionan aún más la credibilidad y la postura del Gobierno ante la opinión pública", asegura el comunicado de la FIP, que también pide a Teherán que no convierta a los informadores "en chivo expiatorio de sus problemas políticos".