domingo, 11 de octubre de 2009

Con crónicas sobre Cuba, los blogueros ofrecen nueva esperanza


Por Carlos Lauría y María Salazar Ferro
(Comité para la Protección de Periodistas)

Leer a diario las páginas de Granma era una experiencia frustrante para Laritza Diversent, a quien le parecía que el periódico, órgano oficial del Partido Comunista, ignoraba sus necesidades y tergiversaba su realidad. La experiencia convenció a la abogada de 28 años, radicada en La Habana, a comenzar un blog; un sitio dónde, según ella, puede expresar las frustraciones y la impotencia del pueblo cubano, al igual que sus alegrías y aspiraciones.
[Sigue +/-]

"Ese espacio también es de miles de jóvenes que intentan explicarse muchas cosas, que quieren otras alternativas, que sueñan tener un futuro", indicó Diversent. "Es la oportunidad de decir lo que piensas, aún sintiendo miedo".

A pesar de grandes obstáculos legales y técnicos, un creciente número de blogueros cubanos ha prevalecido sobre las fuertes restricciones al uso de Internet impuestas por el gobierno, logrando difundir noticias de la isla y opiniones en línea. Los blogueros, en su mayoría jóvenes de profesiones diversas, han abierto un espacio nuevo para la libertad de expresión en Cuba, mientras que brindan un rayo de esperanza para el renacimiento de ideas independientes dentro del cerrado sistema cubano.
Por lo menos 25 blogs independientes, periodísticos y actualizados en forma regular están siendo producidos por escritores cubanos, según el análisis del CPJ. Existen, además, alrededor de 75 blogs independientes enfocados en noticias o reportajes que responden a intereses más personales o familiares. Además, unos 200 blogs con aprobación oficial son producidos por periodistas que trabajan en los medios estatales, según el sitio Web de la Unión de Periodistas de Cuba.

El surgimiento del blog independiente cubano tuvo origen a comienzos de 2007, cuando aparecieron los primeros blogs escritos bajo seudónimos. Defensores de la libertad de prensa y periodistas cubanos coinciden en señalar a Yoani Sánchez, de 34 años, como la pionera de esta comunidad de blogueros. Sánchez, quien empezó a bloguear en abril de 2007, fue la primera en utilizar su firma. Su blog, Generación Y, y otros seis están colgados en el portal alemán Desde Cuba, un sitio, según su página de introducción, "para el ejercicio del periodismo ciudadano" dónde se puede "dar visibilidad a las opiniones que no encuentran un espacio en los medios oficiales cubanos ni en otras publicaciones condicionadas por requerimientos políticos".

Puede parecer sorprendente que una cultura de blogueros haya surgido en un lugar dónde solo una ínfima parte la población tiene computadoras personales o acceso a Internet. Sin embargo, los cubanos tienen una larga tradición de periodismo en línea. Las raíces del periodismo cubano de Internet pueden hallarse en el movimiento de la prensa independiente que surgió a mitad de la década de los noventa y se expandió hasta la actualidad. A través de herramientas periodísticas básicas para hacer reportajes, los escritores enviaban sus notas por teléfono o fax a sitios Web en los Estados Unidos o Europa dónde se publicaban. Muchos fueron encarcelados en una embestida masiva del gobierno en 2003, y en la actualidad permanecen entre rejas.

El escritor Manuel Vázquez Portal, quien fue encarcelado durante la embestida de 2003 antes de ser liberado y enviado al exilio un año después, afirmó que existe un vínculo estrecho--al igual que notables diferencias--entre el movimiento de la prensa independiente de su generación y la nueva comunidad de blogueros de 2009.

Una nueva generación
A diferencia de la prensa independiente de los años noventa, compuesta en su mayoría por activistas de la oposición con fuertes opiniones políticas, los blogueros de hoy han marcado sus diferencias tanto del gobierno como de la disidencia, según Vázquez Portal y otros.
Ya sea de forma deliberada o no, los blogueros han sido astutos al no desafiar abiertamente al gobierno cubano, indicó Daniel Erikson, analista del Diálogo Interamericano, un centro de estudios radicado en Washington. "Sus blogs no han sido duros críticos del sistema o gobierno cubanos, más bien han sido espacios para intercambiar información y puntos de vista", explicó.
Los blogueros están radicados principalmente en La Habana, dónde es más fácil acceder a computadoras e Internet que en el interior de la isla. En su mayoría jóvenes de entre 20 y 30 años de edad, son periodistas, estudiantes, profesores, abogados, artistas, fotógrafos y músicos. Algunos escriben bajo seudónimos aunque la mayoría firma con su nombre y apellido. Un análisis del CPJ de 25 blogs periodísticos encontró que están dedicados a examinar de manera crítica los problemas diarios de los ciudadanos cubanos como la falta de comida, la salud y la educación, los problemas de viviendas y la falta de acceso a Internet. Algunos escriben crónicas deportivas o de arte, y un puñado está dedicado a comentarios políticos. Diversent orienta su blog, Las Leyes de Laritza, hacia temas jurídicos para "tratar de educar a otros cubanos sobre el sistema legal del país".

Los blogs periodísticos tratan temas que permanecen ampliamente inexplorados en la prensa oficial. En Cuba, la prensa oficial ha sido tradicionalmente la única fuente de información para la mayoría de los ciudadanos. La Constitución cubana otorga al Partido Comunista el derecho a controlar los medios de comunicación y reconoce a la libertad de prensa únicamente como "conforme a los fines de la sociedad socialista". El gobierno tiene propiedad y control sobre todos los medios: cinco canales nacionales de televisión y varias estaciones regionales; dos agencias de noticias; una estación internacional de radio (Radio Habana Cuba); seis estaciones de radio nacionales y varias decenas de estaciones provinciales; por lo menos cuatro sitios Web; dos diarios nacionales, Granma y Juventud Rebelde; el semanario nacional Trabajadores; y varias publicaciones provinciales. Estos medios operan bajo la supervisión del Departamento de Orientación Revolucionaria del Partido Comunista que desarrolla y coordina las estrategias de propaganda oficiales. Algunos cubanos escuchan transmisiones de onda corta de las estaciones de radio financiadas por el gobierno de los Estados Unidos, Radio Martí y La Voz de América, al igual que estaciones de radio europeas, según las investigaciones del CPJ.

Los blogueros enfrentan diversas limitaciones legales, económicas y tecnológicas. Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas y del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones, cerca al 13 por ciento de la población cubana tiene acceso a Internet, aunque periodistas independientes insisten que ese número está inflado. Sin embargo, a juzgar sólo por las cifras del gobierno, Cuba tiene el índice más bajo de acceso a Internet en las Américas.

La compra de computadoras personales estaba restringida hasta 2008 cuando el nuevo presidente, Raúl Castro, emprendió una serie de reformas económicas. En mayo de ese año, el gobierno autorizó la venta a los consumidores de bienes electrónicos como computadoras personales, reproductores de DVDs y teléfonos celulares--todos productos que hasta entonces se les había prohibido comprar a los cubanos. No obstante, el precio de los aparatos electrónicos sigue siendo prohibitivo para el cubano de a pie.

Para la gran mayoría de cubanos, el acceso privado a Internet sigue estando restringido por ley. La Resolución 180 de 2003 permite obtener acceso individual a Internet únicamente a personas con Pesos Convertibles Cubanos (CUC)--una de las formas monetarias generalmente usadas por extranjeros. El proveedor de Internet ETECSA, propiedad del gobierno, debe aprobar todas las conexiones. Así, en la práctica, el acceso individual a la Web está restringido en gran parte de los extranjeros, intelectuales con vínculos gubernamentales, altos funcionarios, ciertos médicos en los hospitales, académicos en las universidades y compañías que son propiedad del gobierno. Además se necesita una clave expedida por el gobierno para acceder a la Web a través del proveedor de Internet del Estado. Pero como con la mayoría de las mercancías en Cuba, las claves pueden conseguirse a precios elevados en el mercado negro.

No parece extraño, por lo tanto, que el bloguero de La Habana Iván García Quintero describa "el proceso de conectarse [a Internet] en Cuba como una onda kafkiana". Los blogueros pueden entrar a Internet en cafés, universidades y sedes diplomáticas. Los hoteles se convirtieron en otra opción en 2008 cuando el gobierno levantó las restricciones que les prohibían a los ciudadanos acceso a lugares turísticos. Pero hasta en estos sitios, los blogueros cubanos deben enfrentarse a impedimentos prácticos y económicos. Las conexiones son sumamente lentas--periodistas extranjeros señalan que puede tardar hasta una hora para enviar dos correos electrónicos --y son muy costosas. Una hora de Internet en un hotel o cibercafé puede costar hasta 260 pesos (US$6), alrededor de la tercera parte del salario mensual promedio de un cubano. Según los blogueros, la intranet cubana es una alternativa menos costosa que, sin embargo, sólo permite acceso limitado al correo electrónico y a un puñado de sitios Web cubanos.

La embajada holandesa y la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana también ofrecen computadoras y acceso a Internet. Aunque algunos blogueros utilizan estas sedes diplomáticas, muchos expresan su preocupación ya que tener contacto con funcionarios extranjeros puede ser interpretado como una vinculación con los partidos de la oposición.

El gobierno cubano no ha puesto en práctica un sistema tan sofisticado de censura en la Web como el que utiliza China, aunque sí ha promulgado un marco regulatorio fuertemente represivo. Es uno de los pocos países en las Américas con reglas específicas de censura que, como describe el Decreto 2009 de 1996, pretenden garantizar "los intereses de la defensa y la seguridad del país". Como con los medios tradicionales, constitucionalmente controlados por el Partido Comunista, la información en línea está restringida por una comisión interministerial encargada de regular "el uso de la información procedente de dichas redes informáticas de alcance global" y asegurar la ciber seguridad y defensa del país. Las actividades en línea están reguladas por la Resolución 179 de 2008 del Ministerio de la Informática y las Comunicaciones. Según el Artículo 19, los proveedores de servicios de Internet deben "adoptar las medidas necesarias para impedir el acceso a sitios cuyos contenidos sean contrarios al interés social, la moral y las buenas costumbres; así como el uso de aplicaciones que afecten la integridad o la seguridad del Estado".
Según Elizardo Sánchez Santa Cruz, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional en La Habana, los cubanos no pueden acceder a sitios dónde se tratan temas relacionados con la disidencia o la democracia en Cuba. Sin embargo, muchos blogs independientes no están completamente bloqueados, explicó Oscar Espinosa Chepe, un periodista freelance quien fue excarcelado y bloguea, en forma ocasional, sobre temas económicos para Desde Cuba. En su lugar, el gobierno cubano cuenta con obstáculos prácticos, como el alto costo de Internet, para desalentar la lectura de blogs, agregó. "Cuando acceder a Internet es tan caro, la mayoría de la gente prefiere mirar su correo que tratar de bajar o leer blogs", detalló Espinosa Chepe.

Varias fuentes del CPJ indicaron que el gobierno emplea a estudiantes de informática para monitorear el contenido de los blogs independientes. García Quintero los llama "una especie de policía cibernética. ... Si pueden dar con la clave o con el código del blog tratan de desarmarlo". Yoani Sánchez, por ejemplo, denunció a finales de 2008 que su blog había sido jaqueado y bloqueado por varios días. Otras fuentes también revelan que el monitoreo del gobierno altera las comunicaciones electrónicas. Laura Pollán, activista de derechos humanos y esposa del periodista independiente encarcelado Héctor Maseda Gutiérrez, señaló al CPJ en 2008 que su cuenta de correo electrónico había sido interferida como parte de la continua vigilancia que el gobierno ejerce sobre su familia.

A pesar de todas estas limitaciones, los blogueros cubanos aún encuentran formas de subir sus artículos a la Web. Escriben en casa con computadoras personales (algunas armadas con distintas partes adquiridas en el mercado negro) y guardan la información en memorias flash que llevan a cafés, hoteles o sedes diplomáticas. Algunos señalan que pueden subir la información directamente a los blogs de manera esporádica cuando pueden acceder a ellos desde la isla. Pero la mayoría envía los artículos por correo electrónico a amigos en el exterior quienes los montan a sus respectivos sitios Web. Aún así, los blogueros nunca están seguros de lo que aparece publicado en sus sitios, explicó García Quintero, quien escribe comentarios políticos y sociales. "La semana pasada escribí un post, por ejemplo, que no sé si está colgado", comentó durante una entrevista reciente. "Muchas veces no puedo ver lo que escribo".

La mayoría de las entradas de blog reciben decenas de comentarios, en su mayor parte seguidores en el extranjero que dejan mensajes de apoyo, o de visitantes pro-castristas que acusan a los blogueros y cuelgan links que promueven al gobierno. El tráfico de los blogs viene en gran parte de lectores en el extranjero.

De hecho, a causa de los numerosos obstáculos, el conjunto de los cubanos raramente lee los blogs independientes en Internet. "Sabemos que la gran mayoría de nuestros lectores está fuera de Cuba", detalló Juan González Febles, reportero independiente y traductor que dirige el blog noticioso Semanario Digital Primavera. "Pero porque buscamos informar a los cubanos, a la población, siempre se buscan nuevos canales de distribución para llevarles la información".

Para poder divulgar sus entradas dentro de Cuba, los blogueros las guardan en CDs o memorias flash que distribuyen a bibliotecas y grupos independientes. Otros imprimen, fotocopian y juntan sus artículos en publicaciones improvisadas que, según González Febles, "se pasan de mano en mano, permitiendo que el pueblo cubano tenga un mejor conocimiento sobre lo que hacen los blogueros".

Vínculos históricos
Las autoridades no parecen haber encontrado aún una respuesta a la aparición de estos blogueros. Aunque al comienzo les prestaron poca atención, señaló el bloguero Luis Cino, se han mostrado cada vez más represivos. "Las autoridades temen todo lo que amenace el monopolio de la información" detalló Cino, quien escribe el análisis político "La Esquina de Cino" en el blog Desde La Habana.
Como método para disputar el impacto que pueden tener los blogueros independientes, el gobierno apoya a blogs oficiales dedicados a la propaganda y a dar una buena imagen de Cuba en el exterior. Dos blogs se han apropiado del nombre "Desde Cuba" con leves variaciones y están colmados de comentarios a favor de Castro y en contra de los Estados Unidos, así como vínculos a sitios Web oficiales del gobierno cubano. Uno de los blogs con más publicidad en los sitios Web cubanos es conocido como Las Reflexiones de Fidel, dónde se recicla una serie de artículos escritos por Fidel Castro Ruz para diarios cubanos desde que renunció a la presidencia.
El gobierno también hace uso de estos sitios para desacreditar a los blogueros independientes a través de acusaciones sin fundamento dónde se les acusa de recibir dinero de grupos de la oposición radicados en el exterior. Algunos blogueros independientes han sido llamados a citatorios, a otros se les han negado visas para viajar al exterior y otros han sido amenazados con sanciones a menos que dejen de informar, según las investigaciones del CPJ. "He tenido problemas desde que empecé a bloguear hace un año", indicó Claudia Cadelo, una joven profesora de francés que escribe el blog Octavo Cerco. "Este año, hasta me citó el Ministerio del Interior y ahora siento miedo todo el tiempo". Cadelo, quien explicó que faltó a su cita en el Ministerio del Interior por una enfermedad, examina en su blog temas de salud, injusticia legal y barreras a la educación.

El gobierno cubano ha mostrado escasa tolerancia hacia las noticias y las opiniones críticas en el pasado, como lo evidencia su dura embestida contra la prensa independiente.

A mediados de los noventa, los escritores icónicos Raúl Rivero y Rafael Solano fundaron las agencias de prensa independientes Cuba Press y Havana Press. Hasta entonces, existía poco periodismo independiente en Cuba. Rivero y Solano se rodearon de un pequeño grupo de individuos que, como los blogueros de hoy, no estaba necesariamente entrenado como periodistas profesionales pero era gente ansiosa por cumplir con el trabajo informativo y ofrecer puntos de vista distintos a los del gobierno. Este pequeño ejército de reporteros, muchos con una larga trayectoria en la disidencia política, comenzó a publicar en medios radicados en el exterior noticias hasta entonces ignoradas por la prensa oficial.

La represión gubernamental pronto se agudizó. En octubre de 1997, Bernardo Rogelio Arévalo Padrón, corresponsal de la agencia de prensa independiente Línea Sur Press en la provincia de Cienfuegos, fue arrestado por publicar informes en el sitio Web Cubanet y en Radio Martí, ambos radicados en los Estados Unidos, detallando como se transportaba carne desde Aguada de Pasajeros, dónde la gente se estaba muriendo de hambre, hacia La Habana para alimentar a la élite política. Un mes después, un juzgado provincial sentenció al reportero a seis años de cárcel por "faltar al respeto" al Presidente Castro y a Carlos Lage, miembro del Consejo de Estado y de Ministros.

Arévalo Padrón fue la primera persona encarcelada por publicar un reportaje en línea que fue luego incluido en el censo anual del CPJ sobre periodistas encarcelados en el mundo. (El periodista fue liberado en 2003 tras cumplir su sentencia completa).

Durante los próximos años, los periodistas independientes sufrieron con frecuencia acoso e intimidación y fueron encarcelados por su trabajo. La represión gubernamental llegó a su máximo en marzo de 2003 cuando las autoridades ordenaron la detención de 75 disidentes, dentro de los cuales se encontraban 29 periodistas independientes que colaboraban para medios de Internet. El siguiente mes, los periodistas recibieron sentencias de hasta 26 años de cárcel por actuar "contra la independencia o la integridad territorial del Estado" y colaborar con los medios extranjeros para "desestabilizar el país". Veinte periodistas permanecen encarcelados hoy, muchos bajo condiciones inhumanas y lejos de sus familias. Viven con numerosas enfermedades físicas y mentales. (Otros dos periodistas fueron encarcelados desde 2003 y permanecen hasta hoy en prisión).



¿El pasado será un preludio?
El hecho que no se haya registrado una fuerte embestida contra los blogueros, advierten los analistas, no excluye la posibilidad de una eventual ofensiva de las autoridades cubanas. Algunos blogueros creen que la franqueza es el mejor remedio para evadir la vigilancia y la persecución. "Al firmar con el nombre, al decir por lo alto las opiniones y al no esconder nada, les desarmamos sus oscuras maniobras de vigilancia," Sánchez escribió en su blog.
"Mis amigos creen que estoy tomando un riesgo enorme con mi blog", explicó Sánchez al CPJ durante una entrevista en 2008. "Pero creo que esta es mi forma de empujar al sistema, aunque sea sólo un poco".

Algunos analistas explican que el gobierno no alcanza a entender el fenómeno de los blogs porque sus líderes más influyentes tienen en promedio 70 años y no forman parte de una comunidad activa de usuarios de Internet. "Sospecho que las actividades de Raúl Castro están totalmente desconectadas de las de Yoani Sánchez", explicó Erikson del Diálogo Interamericano. Otros piensan que a las autoridades no les preocupa la blogosfera por la escasa influencia que tiene sobre los ciudadanos cubanos, la mayoría de cuales rara vez se conecta a Internet. Después de todo, subrayó Erikson, los blogs independientes no están siendo utilizados como "herramientas para movilizar a la gente" políticamente.

Claras diferencias generacionales separan a los blogueros de hoy y a sus antecesores del movimiento de la prensa independiente. Muchos de los miembros del movimiento anterior, por ejemplo, apoyaban al Proyecto Varela, una iniciativa de 2001 que proponía un referendo para reformas democráticas y respeto para los derechos humanos básicos. "Nos percibían como a mercenarios trabajando para un poder extranjero", explicó Vásquez Portal, galardonado en 2003 con el Premio Internacional a la Libertad de Prensa del CPJ. "No pueden usar el mismo pretexto con una persona como Yoani Sánchez, simplemente no tiene sentido".

El bloguero García Quintero abarca las dos generaciones. Comenzó a trabajar para la agencia de prensa independiente Cuba Press durante el apogeo del movimiento de la prensa independiente. En la actualidad, informa para sitios Web de noticias radicados en el exterior y bloguea para Desde La Habana. Aunque los blogueros contemporáneos son analíticos, tienden a no adherirse a causas políticas específicas, indicó. "La mayoría son personas que no hacen parte de ningún movimiento político de la disidencia, de los partidos políticos de la oposición," detalló García Quintero. "Son personas que tienen algo que decir y el blog se convirtió simplemente en una herramienta para su libre expresión".

Pero en medio de las tribulaciones de la actual crisis económica, tener algo que decir acerca de la escasez de comida o los problemas en el sistema de salud podría hacer estallar la ira del gobierno castrista. En julio, Raúl Castro anunció grandes recortes en los gastos del gobierno para resucitar a la lánguida economía del país. Y los blogueros ya están explorando cómo la gente percibe la situación económica--y las acciones del gobierno.

Los blogueros también están desarrollando fuertes lazos a nivel global que podrían tener dos tipos de repercusiones. Sánchez, por ejemplo, ha recibido varios premios, incluyendo una mención especial de la Universidad de Columbia, y ha empezado a colaborar en forma habitual para el blog Huffington Post, radicado en los Estados Unidos. Pero mientras que la atención internacional puede proporcionar a los blogueros protección contra el acoso o el encarcelamiento, el gobierno de Castro ha utilizado en el pasado las relaciones de periodistas con organizaciones extranjeras como razón para una embestida.

Entonces, ¿podría ser el pasado un indicador del futuro? Si los blogueros critican al gobierno de forma más directa, sus riesgos aumentarán sin lugar a duda. El gobierno de Castro se ha mostrado impasible ante las críticas internacionales a las violaciones a los derechos humanos, y sigue manteniendo a 22 personas encarceladas por el simple "crimen" de expresarse libremente.

Pero el surgimiento de blogueros independientes es también evidencia de un cambio generacional, un síntoma de que hasta un país tan aislado como Cuba se está moviendo con lentitud hacia el siglo 21. Después de todo, han pasado más de 50 años desde la Revolución cubana, y la figura omnipresente de Fidel Castro ha empezado a desaparecer. Diversent explicó que ella y sus compañeros blogueros forman parte de "la juventud posrevolucionaria. Crecimos después de la caída del campo socialista". Es una generación, según ella, sin ataduras a las consideraciones políticas del pasado. "Para nosotros, bloguear es decir y escribir lo que pensamos".

martes, 6 de octubre de 2009

El periodismo de calidad no es barato


Por Peter R. Kann, ganador del Premio Pulitzer y presidente de la junta de Dow Jones & Co., la casa editorial de The Wall Street Journal, hasta el 2007.

Imagine que es el dueño de una venerable y rentable empresa cuyo éxito se basa en la calidad de su producto distintivo, la lealtad a la marca de sus clientes y el precio justo que están dispuestos a pagar por el valor que provee.

Luego contrata a gerentes inteligentes y jóvenes que desarrollan una versión nueva y mejorada de su producto que puede ser distribuida de forma más rápida y ser accedida más fácilmente que la vieja. La nueva versión, esencialmente un producto reempacado ya que los componentes centrales son los mismos, es atractiva para los clientes tradicionales y los nuevos. Esto no es ningún misterio, ya que a diferencia de la versión vieja, por la cual todavía cobra una tarifa, la nueva es ofrecida de forma gratuita.

En consecuencia, su base total de clientes crece pero sus ingresos no. Sus ganancias disminuyen a medida que la versión gratuita le quita clientes al producto pagado. Empieza a preguntarse si podría haber una pequeña falla en su nuevo modelo de negocio, si tal vez debería haber cobrado por la versión nueva y mejorada, pero todos los expertos ahora le dicen que es demasiado tarde para eso.
[Sigue +/-]

Así fue cómo los dueños de diarios, seducidos por el atractivo del nuevo medio de distribución llamado Internet, les dieron a los discípulos de la Web permiso para tomar su producto cuidadosamente elaborado —las noticias— y reempaquetarlas con todo tipo de elementos extras como la interactividad, las actualizaciones instantáneas y archivos históricos, y luego lo regalaron a las mismas personas y otras de las que aún se esperaba que pagaran por el producto tradicional impreso en hojas de diario. Algo no encajaba en esta lógica.

De hecho, un analista de negocios recién llegado de Marte podría preguntarse de manera lógica por qué un producto impreso difícil de manejar, que se pone viejo apenas sale de la imprenta y que no se actualiza hasta el otro día, no debería ser gratuito considerando que el nuevo producto en Internet, que ofrece todas las mismas noticias y más y que va cambiando a la par de las noticias, no vale un precio alto. Un marciano más astuto podría llegar a la conclusión que habría que dejar que los clientes elijan, u ofrecerles una combinación, pero que no habría que esperar que paguen por ambas versiones.

Basado en la costumbre de leerlos durante casi 60 años y los 50 años que llevo trabajando en ellos, los diarios son mi medio preferido de acceder a y asimilar las noticias, pero no sucede lo mismo con mis hijos y será aún más diferente para sus hijos. Más y más personas claramente prefieren ver las noticias en línea y, por supuesto, prefieren obtenerlo gratis. Bueno para ellos, pero tan bueno para las compañías editoriales cada vez más empobrecidas que venden (o en la actualidad regalan) noticias, para menguante grupo de reporteros y editores que las producen, o para el futuro de las noticias como las hemos conocido.

Su espiral descendente comenzó varias décadas antes de la llegada de Internet a medida que las casas editoriales se apoyaron cada vez más en la publicidad como su principal fuente de ingresos, buscaron público cada vez mayor para atraer anunciantes y mostraron cada vez menos confianza de que podrían atraer ese público al cobrar un precio justo por las publicaciones que producían. De esta manera, mucho antes de la llegada de Internet, las editoriales estaban descontando suscripciones, ofreciendo toda clase de elementos secundarios, y regalando más y más copias para mantener las artificiales cifras de circulación.

En su nivel más simple, mientras los consumidores esperaban pagar US$1,50 o US$2 (o más en Starbucks) por una mediocre taza de café, les ofrecían un diario de calidad por 50 centavos, o a veces aun menos. El hecho de que todavía hubiera ingresos publicitarios era un testamento de una economía en auge y alternativas limitadas, en particular en nuestros numerosos mercados de diarios monopolistas.

Si las casas editoriales tuvieron la culpa por buscar un público cada vez más grande, los editores e incluso los reporteros muy a menudo fueron cómplices. La lista de fallas y defectos periodísticos modernos es larga, pero ciertamente incluye la confusión de las línea entre noticia y opinión y entre noticia y entretenimiento, el periodismo de "perro de ataque", un excesivo énfasis en el conflicto en lugar del contexto, el pesimismo y el cinismo (a diferencia de un apropiado escepticismo y criticismo), la ortodoxia social, el elitismo, una capacidad de concentración muy limitada y más. Sí, el tradicional medio impreso se volvía menos atractivo, pero sus mensajes también se volvían menos informativos.

De cualquier modo, para cuando llegaron las ediciones en Internet, la filosofía reinante en la mayoría de las compañías editoriales ya era que no se podía esperar que los clientes pagaran mucho por contenido, que era más fácil simplemente apoyarse en la publicidad. Las nuevas ediciones en Internet eran simplemente la última extensión de esa tendencia: noticias gratuitas para el consumidor, dependencia absoluta del anunciante.

Eso, sin embargo, no funcionó como se esperaba. La publicidad en línea, dada la casi ilimitada oferta y el surgimiento de ingeniosos competidores como los sitios de búsquedas, no ha sido para nada lo que las editoriales se proponían. Las tarifas y los ingresos de la publicidad en las ediciones en Internet son sólo pequeñas fracciones de los del diario impreso tradicional. Asimismo, a medida que la publicidad impresa continúa su constante declive, la publicidad en línea ni siquiera está cerca de compensarla.

Las ediciones impresas todavía tienen clientes dispuestos a pagar al menos una suscripción con descuento, pero van quedando menos de estos clientes a medida que las ediciones gratuitas en línea se los quitan. En consecuencia, las editoriales deben hacer malabares con sus productos gemelos —el viejo en un declive inexorable y el nuevo que rechaza el aspecto comercial— y rezar que el futuro sea un poco diferente.

En realidad, es el presente que podría haber sido distinto. Al comienzo de la era de las ediciones en línea, The Wall Street Journal, así como todos los demás, tuvo que elegir un servicio gratuito o pagado. En ese entonces, yo era el presidente de la junta de Dow Jones, la casa matriz del Journal, y de hecho solamente nosotros optamos por cobrar por nuestro contenido en Internet. Los motivos de esta decisión han sido objeto de mucha especulación.

Permítame explicarles: debido a que es un diario principalmente de negocios, el contenido del Journal era distinto y en gran parte único. Ese contenido tenía, probablemente, un grado mucho mayor de esencialidad para los clientes que las noticias generales o de entretenimiento. Y aunque Internet era un nuevo medio, Dow Jones tenía experiencia de varias generaciones en la transmisión electrónica de noticias a través de los cables y servicios de noticias. Así que el nuevo mundo no parecía totalmente nuevo.

Más importante que cualquiera de esos elementos, sin embargo, era una tradición y cultura que siempre había asignado un alto valor sobre las noticias y que siempre había esperado que los clientes pagaran el precio total y justo por noticias sin importar cómo, cuándo o dónde fueran transmitidas. Por lo tanto, la decisión de cobrar por una edición en línea fue más por consistencia que por valentía. ¿Por qué daríamos todo nuestro valioso contenido y más de forma gratuita a través de un nuevo canal de distribución mientras cobrábamos varios cientos de dólares al año por ello en otro? La única respuesta razonable era no hacerlo. El resultado es que el Journal tiene dos exitosas ediciones pagadas, impresa y en línea, que pueden ser vendidas juntas o por separado. Y otros en la industria que alguna vez se burlaron de un modelo de negocios tan extraño ahora parecen tener envidia.

Suponga que cuando se lanzaron las ediciones en línea por primera vez otros diarios hubieran tomado la misma decisión. Si, el Journal era diferente, pero no era la única publicación con contenido de calidad, fortalezas únicas y una sólida tradición periodística. Quizás el New York Times, el Washington Post y un par más. Se habría sentado un precedente por parte de los líderes de la industria, se habría comenzado una tendencia y una industria llena de borregos como esta habría seguido a sus líderes por un camino quizás riesgosos, pero al menos más racional que seguirlos hasta el abismo.

Ahora se está argumentando que es muy tarde para que las casas editoriales cambien de curso. Los clientes de las ediciones en línea han tenido más de una década para disfrutar las noticias gratuitas que los diarios proveen y como en cualquier negocio es mucho más difícil el comenzar a cobrar cuando los clientes se han condicionado a esperar algo por nada. Así que es tarde para que la industria cambie y hacerlo será riesgoso y doloroso.

Las bases de clientes de las ediciones en línea se reducirían radicalmente, al menos al principio. Los anunciantes se molestarían y demandarían tarifas más bajas. El énfasis de marketing tendría que ser redireccionado a quién está leyendo una publicación, impresa y en línea, en vea de simplemente cuántos. Los propios productos de noticias en ambos medios tendrían que mejorar. Pero lo que esta decisión realmente representa es elegir un veneno y al menos la decisión de comenzar a cobrar ofrece una esperanza de limpiar es sistema y comenzar el camino a la recuperación.

La razón por la cual esto importa tiene poco que ver con la situación de las casas editoriales o incluso con el futuro de los periódicos. La verdadera amenaza es para el futuro de las noticias: relevantes, informativas y confiables del mundo a nuestro alrededor. Eso está desapareciendo a medida que los diarios, cuyos reporteros aún producen la mayoría de noticias, no pueden seguir haciéndolo. A medida que sus presupuestos de noticias y nóminas continúan reduciéndose, la pregunta clave es ¿qué puede llenar ese vacío?

La televisión ni siquiera comienza a llenarlo. Las cadenas abiertas lo intentaron y ahora han abdicado ante los llamados canales de noticias por cable. Estos, a su vez, ahora dedican la mayoría de sus recursos a cubrir celebridades, crímenes y diversas curiosidades sociales y a programación de horario estelar que pretender tener análisis y opiniones informadas pero que principalmente ofrece el espectáculo de extremistas gritándose entre si. Hay muy pocos recursos e incluso menos compromiso de cubrir noticias más allá de inundaciones e incendios.

Internet tampoco está llenando el vacío noticioso. Hay cientos y cientos de sitios Web y blogs que se jactan de proveer noticias, pero virtualmente ninguno de ellos incluso pretende seguir el rol tradicional de los diarios, que es invertir en nóminas profesionales dispersadas a lo largo de una comunidad, el país o el planeta para cubrir, analizar y sólo entonces comentar sobre los eventos. De hecho, todo lo que hacen es comentar.

Por su parte, el modelo de negocios de las ediciones gratuitas en línea de nuestros diarios no alcanzan a comenzar a cubrir el costo de un periodismo significativo. Así que las ediciones en línea con grandes audiencias, principalmente canibalizadas de sus audiencias impresas, dependen de las pobres ediciones impresas para casi todas las noticias que regalan. Tristemente, hay menos y menos de eso y el que finalmente saldrá perdiendo, por supuesto, será el público.

Kann, reportero ganador del Premio Pulitzer, fue presidente de la junta de Dow Jones & Co., la casa editorial de The Wall Street Journal hasta 2007.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Taller sobre narcotráfico en América Latina



La Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), con el apoyo de Open Society Institute, ofrecerá del 19 al 21 de octubre, en la ciudad de México, el curso “Narcotráfico y violencia en las ciudades de América Latina: retos para el nuevo periodismo”.
Al fundamentar la necesidad de este seminario y taller, la FNPI explicó que “la información periodística que alimenta el debate del narcotráfico suele limitarse al registro de hechos policiales, sin abordar las múltiples facetas del fenómeno: desde su infiltración en los sistemas judiciales y la vinculación de los jóvenes a sus estructuras criminales, hasta los actos de captura del Estado, que ejercen las mafias a través de la presión que imponen para la aprobación de actos legislativos y otras políticas gubernamentales de su conveniencia”.
Ante ello, agregaron los organizadores, este seminario “busca contribuir a mejorar el nivel del debate público y la comprensión social de esta problemática que permea la institucionalidad democrática y la seguridad de las ciudades en América Latina”.
Las inscripciones están abiertas hasta el 7 de octubre. De ellas se seleccionará a 10 periodistas latinoamericanos, con al menos 3 años de experiencia en las áreas de justicia, seguridad o ciudad y que tengan especial interés en la investigación periodística del narcotráfico.
La matrícula del curso cuesta 100 dólares, pero los organizadores ofrecerán alojamiento, desayunos, almuerzos y hasta 600 dólares por boleto aéreo, entre otros apoyos económicos.
Para más información, consultar la página de la FNPI.

martes, 29 de septiembre de 2009

¿Venden Time, Fortune y People?


Silvia Pisani, corresponsal en EE.UU. de La Nación

WASHINGTON.- Es la ironía de la historia. En febrero último y con un titular en portada que rezaba "Cómo salvar a su periódico", la revista Time daba consejos a un negocio editorial y periodístico que, como buena parte de la economía de esta superpotencia, está en problemas. "Hay que cobrar por contenido; hay que cobrar por lo que se da", era la idea central.
Siete meses después, es posible que la propia revista necesite el consejo, ya que, pese a que se trata de uno de los emblemas del periodismo norteamericano, sus dueños admitieron que estudian la posibilidad de venderla para salvar las finanzas del resto del grupo editorial.
[Sigue +/-]

"Es algo que posiblemente ocurra", dijo Gordon Crawford, ejecutivo de Capital Group, uno de los grupos propietarios del conglomerado editorial Time Warner, y, como tal, con acceso a su información estratégica.
Pero si bien el paso no está del todo claro, se maneja como posibilidad. Y, de concretarse, significaría que el grupo Time Warner se desprendería de marcas emblemáticas del negocio editorial impreso.
Entre ellas, la reconocida revista Time , y los taquilleros semanarios Fortune , de finanzas; People , de celebridades y tendencias sociales, y el deportivo Sport Illustrated .
"No me lo creo. No imagino a Time Warner sin su revista", era ayer el comentario entre periodistas locales.
Parte de las opiniones se recogieron cerca de la oficina de la revista. Cerca de allí, un local de la popular cadena de librerías Borders mostraba las tapas de Time que hicieron historia. Entre ellas, la que consagró a Barack Obama como hombre del año, antes de ganar las elecciones. "¿Por qué deshacerse de algo así?", era la pregunta.

Apuesta al entretenimiento
Crawford, el ejecutivo que admitió la posibilidad de la venta, lo justificó como algo estratégico. La idea sería deshacerse de la división de revistas para dedicar el dinero de la operación a "financiar la compra de empresas más relacionadas con [su] principal línea de negocio: la del entretenimiento", dijo.
Quienes sospechan de la historia recuerdan que, en los últimos tres meses, los ingresos de las publicaciones de Time , que es la principal editora de revistas de los Estados Unidos, bajaron un 22%, hasta los US$ 915 millones.
La caída fue atribuida a un descenso del 26% en las ventas de publicidad. El recorte en ese rubro ha sido bastante repetido desde que la economía de la superpotencia entró en fase de recesión. La editorial mantuvo silencio y no hizo comentarios formales tras la revelación de Crawford, que posee el 8% de las acciones del grupo.
Pero en el mundillo se dicen otras cosas. Y aquí la apuesta es que Time Warner posiblemente se desprenda de alguna de las 23 revistas que edita. "Un número tan alto que es difícil citar todas de memoria", ironizó un veterano conocedor del negocio, confiado en que en ese grupo de posible venta no estén los buques insignia; o sea: ni Time , ni People , ni Fortune ni Sports Illustrated .
El otro factor es el tiempo. "Puede que la idea esté en danza. Pero no es algo que verás de un día para el otro. Son marcas demasiado valiosas y su proceso de venta es complejo", apostó otro, convencido de que, en el peor de los casos, "pasarán años" antes de que se dé un paso al respecto. "¿Quién puede poner precio a la revista Time ?", se preguntó.
Es la propia revista la primera en admitir la "gravedad de la crisis" del negocio periodístico en los Estados Unidos. Lo hizo en aquella nota de portada de febrero último, que hoy tiene cierto tufillo profético.
Pero, no por eso, deja de reconocer la paradoja de un negocio con números en baja, pero clientes en alza. "Nunca, como ahora, la gente ha leído noticias", sostiene. El desafío, afirma, es encontrar la clave para cobrar por ello, sin perder al cliente.
En eso estaba Time, cuando la envolvió el rumor de su propia venta. Uno más en un año que, en este país y cuando la crisis arreciaba, sembró pánico en redacciones de publicaciones regionales.
A tal extremo fue el tembladeral que el Congreso llegó a considerar medidas para apoyar la industria periodística. "No veo cómo podríamos hacerlo", atajó Robert Gibbs, vocero de una Casa Blanca a la que llueven críticas republicanas por el nivel del gasto público y de los subsidios en que se empeñó para salvar otras industrias. "Algo hay que hacer. La prensa es vital para la democracia", insistió el ex candidato a la presidencia John Kerry.
Hablaba, sobre todo, de pequeñas publicaciones regionales asfixiadas por la crisis; no de grandes negocios.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Ahora dicen que pueden desaparecer


Por Eduardo Blaustein
(Crítica de la Agentina)

Hay una escena en Blazing Saddles de Mel Brooks, en la que el comisario negro, para zafar del linchamiento de la horda blanca, hace una jugarreta a lo Bugs Bunny: se toma del cuello como si un villano lo estrangulara, se pone una pistola imaginaria en la sien, retrocede unos pocos pasos dramáticos tratando de zafar de su captor inexistente. Se muestra absolutamente indefenso, a punto de ser matado de un modo miserable. A ese estilo de Pato Lucas, lastimeramente diciendo adiós mundo cruel, me hizo recordar la campaña “TN puede desaparecer”.
[Sigue +/-]

A esa vuelta del círculo hemos llegado en el debate por la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Y mientras rueda la bola en el Senado, tengo ganas de retomar la discusión en el punto en que la dejó Reynaldo Sietecase en este diario cuando les pidió a ciertos políticos –lo pongo en mis palabras– que no finjan que cuidan nuestras libertades, las de los periodistas. Permitan que sume a los empresarios de medios.

Para empezar: esto no se trata del pequeño dramete de trece periodistas del cable y su elenco fijo de 37 políticos entrenados como perros para salivar en pantalla. Esto no es un tema de coyuntura para la sección Política. Esto no tiene que ver con el derecho a la información entendido como espectáculo o entretenimiento. El derecho a recibir y producir toda la comunicación y la cultura que necesitemos es un asunto que corresponde no sólo a los periodistas, sino que pertenece minuciosamente a cada uno de nosotros, y no como receptores tontitos esperando maná de la heroica raza de los periodistas, de esa “prensa” (dicen “prensa”, no dicen holdings) que lejos de la sinonimia con la transparencia republicana es baluarte de la opacidad de los poderes económicos, incluyendo las peores transacciones con la política y el Estado.

Para esta discusión, el pobre y muy manoseado concepto de “libertad de prensa” atrasa 200 años, por mucho amor, respeto y cariño que les pongamos a Mariano Moreno y la Revolución Francesa. Para esta discusión, no alcanza con enojarse con Ernesto Tenembaum “que defiende a Clarín” o con Víctor Hugo “que apoya al Gobierno”. Esto, con suerte y viento a favor, debería ir mucho más allá del estrecho presente histórico, del gobierno que nos toque deplorar o apoyar.

Esto tiene que ver con el mapa de las culturas que forjamos en tiempos largos. Casi el 70% de los programas de aire que circulan en toda la Argentina no son más que retransmisiones de lo que mandan los canales porteños. El 83% de esa producción corresponde a lo que emiten apenas dos canales de Buenos Aires: Telefe y Canal 13. Los datos corresponden a un seguimiento que viene haciendo regularmente el Comfer y reproducen viejos trabajos pioneros sobre porteñocentrismo hechos por dos de los mejores estudiosos de la comunicación masiva en la Argentina: Aníbal Ford y Margarita Graziano, ambos formadores de generaciones.

Otros dos de los mejores comunicólogos contemporáneos, Martín Becerra y Guillermo Mastrini, acaban de publicar un libro auspiciado por una institución de periodistas peruanos liberal-progres, Los dueños de la palabra, que dice que hacia 2004 sólo cuatro operadores de las industrias infocomunicacionales argentinas concentraban el 84% de la facturación y el 83% del dominio del mercado.

Va de nuevo: ésta debería ser una discusión estratégica sobre un problema de las sociedades contemporáneas de todo el mundo y de la sociedad global y de nuestro lugar en el mundo, un problema civilizatorio hoy y a futuro.

Esto tiene que ver –lo dice el primero de los 21 puntos de la Iniciativa Ciudadana por una Ley de Radiodifusión de la Democracia– con el derecho humano de buscar, investigar, recibir y difundir informaciones, opiniones e ideas. Pero también tiene que ver con los impactos tecnológicos. Con el desarrollo económico. Con la integración territorial, social y cultural. Con un sentido extenso de cultura que incluye modos de vida, sistemas de valores, identidades, sentidos de pertenencia, proyectos de futuro. Con un mapa comunicacional que consolide o ayude a cerrar las fracturas sociales generadas por la brecha digital, se hable de acceso a la información, a la cultura o a la ciudadanía.

Sí, esto abarca a TN y al pánico que el Grupo Clarín transmite en su tropa. Pero también a Tinelli y la telebasura; a nuestro cine, nuestra música, nuestras industrias culturales; a nuestros modos de representarnos y discutir qué es lo primero que tenemos que discutir como sociedad; al triple play y los pueblos originarios; al satélite y el portuñol que se habla al este de Misiones; a lo que mira el reventado que se da con paco y el reventado que se da con información económica reservada; a las radios comunitarias o a la articulación entre las universidades y la gente. El buen derecho de un periodista de ganarse el sueldo puteando a un gobierno (¿a la empresa privada no?) es un pedacito, un poco ínfimo, del debate.

Hay otro modo de decirlo y es contrariando levemente al coqueto Caparrós de contratapa. El coqueto Caparrós, en estos días ha fingido elegante sorpresa por la centralidad de este debate (“como si el problema decisivo de la Argentina actual fuera quién maneja las radios y las televisiones”). Ha fingido hasta donde ha podido: pues dificultosamente, y tierno, terminó enseñando un cierto ¿entusiasmo? por el asunto, cosa que Caparrós difícilmente se permite y mucho menos delante de todo el mundo. Como que amenaza sugerir que hay, que debería haber, discusiones más trascendentes que ésta. Y claro que las hay. Pero con un problema: todas y cada una de las discusiones que tenemos las tenemos por los medios, en el paisaje, los lenguajes, los formatos de los medios que hoy tenemos, que, a veces, son un poco espantosos. Incluyendo a los que –ahora dicen– pueden desaparecer.

martes, 22 de septiembre de 2009

Prensa de EE.UU. sufre más pérdidas de empleo que el resto de la economía


Washington (EFE).- Los medios de comunicación en EE.UU. han perdido 35.885 empleos desde mediados de septiembre de 2008 y lo han hecho a un ritmo casi tres veces superior que el resto de la economía, según un informe divulgado hoy.
El "Rastreo de Despidos 2009", de la agrupación Unity, muestra que "la industria de las noticias supera notablemente las pérdidas en la economía en general", desde el colapso de Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008.

[Sigue +/-]

El análisis señala que, en promedio, hubo un aumento del 22 por ciento en la pérdida de empleos de la industria del periodismo cada mes entre septiembre de 2008 y agosto pasado.
En cambio, la economía en general perdió puestos de trabajo a un ritmo de más del 8 por ciento cada mes durante ese mismo período.
"La industria de las noticias ha sufrido una hemorragia de pérdida de empleos desde mucho antes que la crisis económica comenzara el año pasado", dijo Onica N. Makwakwa, directora ejecutiva de Unity, en un comunicado.
"Estos números confirman que la caída de la economía ha golpeado a la industria de las noticias con gran dureza", agregó Makwakwa, cuyo grupo ha rastreado la pérdida de un total de 46.599 de empleos del sector del periodismo desde el 1 de enero de 2008.
El informe indicó que los despidos en el sector aumentaron considerablemente en diciembre de 2008, cuando se perdieron 7.398 empleos. Desde enero de 2008, han cerrado 201 medios.
Los datos de Unity muestran un "brusco" aumento de despidos en períodos en que deben presentarse los informes financieros trimestrales de empresas mediáticas cotizadas en bolsa.
"A medida que la industria de las noticias moldea un nuevo futuro y las compañías afrontan la tormenta financiera, es importante recordar que también se trata de la gente", dijo Makwakwa.
Unity, que aboga por la inclusión de periodistas pertenecientes a las minorías en los principales medios de comunicación estadounidenses, exhorta a las empresas a redoblar sus esfuerzos de capacitación para que los periodistas puedan hacer la transición al nuevo mundo mediático, dominado por internet y otros medios.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Razones para oponerse



Por Reynaldo Sietecase
(Crítica de la Argentina)

Los dirigentes políticos que se oponen al proyecto de Ley de Medios Audiovisuales pueden utilizar múltiples argumentos:

Porque no creen que sea necesario modificar la ley de la dictadura militar (esta semana cumplió 26 años desde que la firmó Jorge Rafael Videla).

Porque piensan que no existen posiciones dominantes en el mercado de la comunicación y, en consecuencia, no hace falta regular nada.

Porque creen que lo de los monopolios es un verso.

Porque el cambio de reglas lo impulsa el gobierno nacional y no creen que nada que provenga del oficialismo pueda terminar en algo positivo.

Porque los antecedentes del kirchnerismo generan muchas dudas. Su política comunicacional se caracterizó, hasta ahora, por el desprecio a los periodistas, las prebendas para los grupos afines, la compra de medios y la manipulación de la pauta oficial para castigar o premiar a gusto.
[Sigue +/-]

Porque están convencidos de que este Congreso no tiene la suficiente legitimidad para sancionar una ley tan importante y piensan que hay que aguardar hasta después del 10 de diciembre para que asuman los legisladores votados el 28 de junio pasado.

Porque creen que una ley es necesaria pero que en este caso no se contempló el tiempo suficiente para debatirla en profundidad.

Porque no creen que los debates que se mantuvieron en foros y universidades tengan valor alguno.

Porque el oficialismo no aceptó la dinámica de audiencias públicas en el interior del país. Porque el debate se desarrolla en medio de una confrontación sin precedentes entre el Gobierno y el principal grupo mediático de la Argentina.

Porque sospechan que el proyecto oficial les puede abrir la puerta al mercado de la comunicación a empresarios amigos de Néstor Kirchner (aunque quedó vedado el ingreso de las empresas telefónicas al mercado de los medios).

Porque están convencidos de que deben proteger a los grupos mediáticos que serán afectados en sus patrimonios por la nueva legislación.

Porque temen represalias de parte de estos medios si apoyan la nueva ley.

Porque, de aprobarse el proyecto, se obligará a las empresas a desprenderse en el término de un año de activos y esto viola derechos adquiridos.

Porque creen que el proyecto es inconstitucional.

Porque esto lo dijo Mariano Grondona y hay que saber escuchar al profesor, un especialista en violaciones a la Constitución.

Porque la norma no permite que un mismo propietario tenga un canal de aire y una emisora de cable en la misma región o zona.

Porque consideran que esa limitación es discriminatoria.

Porque acota a un 35 por ciento la cantidad de abonados de cada empresa de cable.

Porque restringe la producción audiovisual al autorizar solamente una señal de producción propia para cada operador.

Porque creen que no se consultó debidamente a los propietarios de licencias de radio y televisión.

Porque no están de acuerdo con que las entidades del llamado Tercer Sector (organizaciones no gubernamentales, parroquias, entidades gremiales, etc) tengan acceso a medios de comunicación.

Porque creen que de esta manera el Gobierno puede habilitar discrecionalmente licencias a organizaciones amigas.

Porque, a pesar de las modificaciones de último momento, creen que la autoridad de aplicación estará controlada por el Poder Ejecutivo.

Porque pretenden que el organismo que reemplace al actual Comité Federal de Radiodifusión sea un ente autárquico y federal.

Porque piensan que la autoridad de aplicación debe tener estricto control parlamentario.

Porque no acuerdan con el período de renovación de sus autoridades.

Podría seguir enumerando. Todas las razones para oponerse son válidas.

No importa si responden a posturas ideológicas, políticas sinceras o a posicionamientos empresarios. Pero hay un argumento inadmisible. En nombre de la mayoría de los trabajadores de prensa que queremos una nueva ley de medios audiovisuales democrática y plural, no digan más que se oponen a la ley en defensa de nuestra libertad de expresión. Ustedes y nosotros sabemos que no es cierto.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

La credibilidad de la prensa EE.UU. cae a su nivel más bajo en 20 años


Por Eduardo Kragelund

La credibilidad de los medios de comunicación estadounidenses se está viniendo a pique.
Según un estudio revelado esta semana por The Pew Research Center for the People & Press., dos de cada tres estadounidenses cree que las historias que leen, ven y escuchan en los medios carecen, a menudo, de rigor y precisión. Concretamente, sólo el 29% piensa que los medios presentan los hechos correctamente, mientras que el 63% dice que las noticias suelen ser inexactas. En el estudio inicial del Pew Research Center sobre el desempeño de los medios de comunicación, realizado en 1985, el 55% dijo que las noticias eran consideradas exactas, en tanto que el 34% las calificó de inexactas.
[Sigue +/-]

La encuesta, a la que respondieron 1.506 adultos por teléfono a fines de julio, indica que casi las tres cuartas partes (74%) de los entrevistados afirma que los medios de comunicación tienden a favorecer a una de las partes en el tratamiento de las cuestiones políticas y sociales, mientras que sólo el 18% dice que tratan de forma justa a todas las partes. En el 2007, los que pensaban que la prensa se inclinaba hacia una de las partes sumaban el 66 % y en 1985 el 53%.
Junto con ello, el informe indicó que cayó a sus mínimos históricos el porcentaje de los estadounidenses que cree que las organizaciones noticiosas son independientes de los poderosos o de las grandes corporaciones (20 %) y el e los que piensan que los medios están dispuestos a admitir sus errores (21 %).
Respecto a la cobertura de la actividad presidencial, seis de cada diez estadounidenses (62 %) dice que los medios de comunicación son justos con la administración de Barak Obama, mientras que el 23 % sostiene que son injustos. De ellos, casi tres cuartas partes de los republicanos (73%) dice que la cobertura de la administración es justa, porcentaje que se reduce entre los demócratas (54 %) y los independientes (67 %).

The Pew Research Center recordó que, históricamente, los miembros del partido que controla la Casa Blanca han sido menos propensos a ver la cobertura de la administración como justa. En noviembre del 2005, por ejemplo, el 50% de la población dijo que la cobertura de George W. Bush era justa. Mientras que cerca de dos tercios de los demócratas (68%) consideraba la cobertura como justa, apenas un cuarto de los republicanos (25%) estuvo de acuerdo.

La encuesta señaló que la televisión sigue siendo la fuente de información más popular: el 71 % de los encuestados dijo que se entera de noticias nacionales e internacionales a través de ese medio. Le siguen Internet (42 %), los periódicos (33 %) y la radio (21 %), según los encuestados, quienes pudieron optar por más de una fuente.

Esto mantiene la tendencia registrada en diciembre pasado, cuando por primera vez un sondeo del Pew Research Center registró que más gente se había informado de noticias nacionales e internacionales a través de internet que mediante los periódicos tradicionales. En donde los diarios mantienen su ventaja por encima de internet es en las noticias locales: el 41% prefiere como fuente informativa a los primeros, mientras que sólo el 17 % busca ese tipo de noticias en línea.
Pese a las críticas que se desprenden del sondeo, la mayoría de los estadounidenses (59%) calificó a los medios de comunicación como "muy profesionales". La cifra, no obstante, muestra una baja sensible respecto al 2007 y a 1985, cuando la prensa era vista como muy profesional por el 66 % y el 72 %, respectivamente.

Para más información, vea los resultados de la encuesta (en inglés).

sábado, 12 de septiembre de 2009

Reclaman cláusula de conciencia para los periodistas



El Foro de Periodismo Argentino (Fopea) ve con preocupación la creciente restricción a la autonomía de los periodistas en varios medios de comunicación, tanto privados como públicos, a raíz de la polémica sobre el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
[Sigue +/-]
Los intereses económicos de las empresas periodísticas, la dependencia de la publicidad oficial en una gran cantidad de medios y el rol activo de periodistas/funcionarios en el control de la información en medios estatales, son los más evidentes obstáculos para el desarrollo de la necesaria libertad de opinión en las redacciones, base fundamental de la pluralidad de ideas que permiten el debate democrático.

Los directivos de las empresas periodísticas tienen todo el derecho de utilizar los espacios editoriales para expresar la opinión institucional. Pero lo que no pueden es exigir a sus periodistas que degraden su trabajo profesional para ponerse al servicio de sus intereses, ya que la libertad de conciencia de los periodistas debe ser respetada. Asimismo, la sociedad tiene derecho a recibir información certera y plural, y a poder distinguirla de una estrategia editorial.

Es por ello que desde Fopea promovemos la revitalización de la cláusula de conciencia profesional, la que pese a haber sido reconocida como un derecho por el Estatuto Profesional del Periodista, no ha tenido prácticamente aplicación en la historia de nuestra profesión.

Esta situación vulnera preceptos básicos del periodismo, plasmados en los siguientes artículos del Código de Ética de Fopea, elaborado en 2006:

14. La información debe ser claramente distinguida de la opinión.

21. Los periodistas jamás deben prestarse a realizar operaciones de prensa ni a difundir información tendenciosa. Si una información de interés público proviniera de una operación de prensa, corresponde aclarar su origen.

30. Ningún periodista puede ser obligado a firmar un trabajo profesional que contradiga sus valores y creencias. De la misma manera, los periodistas no pueden aducir que fueron obligados a violar normas éticas.

Asimismo, tiene un fuerte impacto en la calidad profesional, si se tienen en cuenta los siguientes ítems del Compromiso de Parámetros Mínimos de Calidad Profesional elaborado en 2007 por Fopea:

3 – Agenda

La prioridad en la fijación de la agenda periodística será el respeto y el fortalecimiento de la democracia, la honestidad, el pluralismo, la tolerancia ante el disenso y la obligación de brindar información útil a la sociedad. La agenda nunca debe ser establecida por conceptos o intereses que no sean periodísticos.

4 – Transparencia

El público tiene derecho a conocer los criterios periodísticos sobre los motivos por los que se publica o no una determinada noticia. El derecho de los pueblos a estar informados debe ser atendido de modo prioritario, por encima de intereses económicos, políticos, empresariales, profesionales o sectoriales de cualquier grupo o persona.

D) Responsabilidades de las empresas periodísticas

1- La información debe estar claramente distinguida de la publicidad y las noticias de la opinión de la empresa.

2- La actividad comercial de la empresa no debe condicionar el trabajo de sus periodistas. Es recomendable la total independencia entre los departamentos comerciales y el quehacer periodístico.

6- Las empresas periodísticas deben sobreponer el interés público al propio, entendiendo a la información no como una mercancía sino como un bien social. Y actuar en consecuencia.

Foro de Periodismo Argentino

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Periodistas piden garantizar el derecho a informar y ser informados


El Foro de Periodismo Argentino (Fopea) considera imprescindible el debate que se está dando en la sociedad y en el Congreso de la Nación en torno a la necesidad de tener una nueva norma que regule a los medios audiovisuales para fomentar el pluralismo y la libertad de expresión. Creemos que el debate legislativo debe ser profundo y sin plazos pre-establecidos desde ningún sector, e instamos al Gobierno y a la oposición a lograr un amplio consenso, en un tema que creemos debería ser una política de Estado. La ley definitiva debe ser socialmente confiable, base de sustento indispensable para su pacifico acatamiento. Sería importante que se tengan en cuenta ideas y propuestas del resto de los proyectos que todavía tienen estado parlamentario. La deuda en la materia alcanza a todos los sectores que gobernaron la Argentina y es responsabilidad de todos subsanar esta falencia de la democracia.
[Sigue +/-]

Durante toda la historia de la radio y la televisión argentina, los mecanismos poco transparentes para la gestión de las licencias han sido la principal restricción para el desarrollo del periodismo profesional. Esto ha generado que la calidad de la información que los ciudadanos recibieron y reciben, eje de la tarea de Fopea, esté condicionada en muchos casos por acuerdos entre poderes políticos y directivos de medios, concretados a espaldas de la ciudadanía.

Como organización profesional de periodistas defendemos los valores esenciales de la democracia, la honestidad, el pluralismo y la tolerancia (Código de Ética de Fopea), y sostenemos que la información es un derecho humano básico que debe ser garantizado por el Estado.

Por eso, Fopea considera que se debe hacer todo lo posible para fomentar un nuevo marco regulatorio y que éste sea efectivamente respetado por el Estado y los licenciatarios, en beneficio de toda la comunidad.

Después de una consulta a sus 270 socios en todo el país, de convocar a varias reuniones con expertos y de organizar conferencias abiertas en las que participaron representantes de distintos sectores involucrados, Fopea definió 16 puntos que impulsará ante los legisladores y la sociedad para que sean incorporados a la nueva legislación.

Estos puntos son los siguientes:

Creemos que para garantizar la calidad y la pluralidad de la información que se brinda a través de los medios, la ley debería contemplar la exigencia de que todos los medios audiovisuales cuenten con una estructura de noticiero y programas periodísticos propios -- solventados con recursos genuinos del licenciatario--, y con periodistas profesionales en relación de dependencia, cumpliendo con todas las obligaciones laborales y seguridad social, y de acuerdo al Estatuto del Periodista Profesional.
Proponemos que a los licenciatarios se les exija, al presentarse a una licitación, un código de ética, lineamientos de estándares profesionales y un código de conducta empresaria. Asimismo, deben comprometerse a la financiación y organización de la capacitación permanente de sus periodistas. Todas estas pautas para garantizar la calidad periodística deben poder ser demostrables. El incumplimiento de estos compromisos debe ser considerado una falta grave.
Sugerimos que la ley disponga que cada medio designe un Defensor del oyente o del televidente, de acuerdo al modelo de la Asociación Internacional de Ombudsman, considerando las categorías de medios que disponga la norma.

Debería exigirse a los licenciatarios prácticas de Responsabilidad Social Empresaria evaluables por Organizaciones de la Sociedad Civil que trabajen en la materia en el área específica.

Creemos que hay que evitar la conformación de monopolios u oligopolios públicos o privados, porque entiende que esto afecta la pluralidad y la calidad de la información que se brinda a los ciudadanos, y las condiciones del ejercicio de la profesión.
Sostenemos que se deben promover el federalismo y la generación de contenidos locales. Para ello, se deberán generar mecanismos que limiten la abrumadora presencia de contenidos emitidos desde Buenos Aires hacia el resto del país. Asimismo, se deberán contemplar mecanismos de financiación para la producción de programas periodísticos en cada provincia. Esas políticas de financiamiento deberán ser transparentes y no ser utilizadas para condicionar la independencia profesional.
Creemos que el Estado debe garantizar a toda la ciudadanía la provisión gratuita de una cantidad considerable de señales de canales y radios en todo el territorio nacional. Asimismo, debe generar una política para las emisoras de frontera que garanticen la emisión mayoritaria de señales argentinas. Avalamos, también, la propuesta de implantar un abono social, en los servicios de radiodifusión por suscripción, acorde al lugar de emplazamiento de cada señal.
Consideramos que los medios estatales deben ser públicos y no gubernamentales. En pos de este objetivo, sus autoridades deberán ser designadas por concurso y su gestión no deberá recibir interferencias del poder político de turno. Los noticieros y otros programas periodísticos deberán reflejar el pluralismo y la diversidad de voces existentes en la sociedad. Esta obligación es mayor aun en los medios estatales, por manejar recursos de todos los ciudadanos.
Proponemos que la autoridad regulatoria sea un organismo técnico independiente y autárquico del Estado y autónomo de los partidos políticos, que se encuentre sometido a las garantías del debido proceso y al control judicial, tal como señala el Informe 2008 de la Relatoría para la Libertad de Expresión de la OEA. Debería estar conducido por un Directorio designado por concurso, en términos similares al decreto presidencial 222/03, que incluya una evaluación pública de antecedentes y una posterior aprobación legislativa. Este Directorio debe tener representación federal, y sus delegaciones regionales o provinciales deben tener capacidad operativa suficiente para cumplir los objetivos de la ley.
Sugerimos que los criterios de selección de los miembros de la autoridad de aplicación estén vinculados a los antecedentes democráticos de los aspirantes; la experiencia en medios de comunicación o entidades afines; la formación conceptual sobre el pluralismo informativo, el regionalismo, las expresiones culturales múltiples y la ética periodística; el conocimiento sobre la legislación internacional vigente; y la exposición de un plan de trabajo plurianual.
Apoyamos la generación de condiciones que impidan el manejo arbitrario de la adjudicación y control de las licencias. Los mecanismos deben ser públicos y transparentes. Asimismo, alentamos la realización de audiencias públicas en el proceso de adjudicación y renovación de las licencias.
Sugerimos la confección de un informe sobre la situación legal de las emisoras de radio, televisión y de cable (Ver punto D) 7 del Compromiso de los socios de Fopea con Parámetros Mínimos de Calidad Profesional), a cargo de una Comisión específica a crearse, tomando como referencia la experiencia de Ecuador. Allí, a fines de 2008 se creó una Comisión de Auditoría de Concesión de Frecuencias de Radio y Televisión, integrada por personalidades independientes, que tras un exhaustivo trabajo de seis meses, elaboró un informe muy completo que está sirviendo para sacar finalmente de la oscuridad un tema de enorme interés público, y además mejorar la calidad del debate, pues pone la información a disposición de todos.
Acordamos con la propuesta de reservar un tercio de las frecuencias que se asignen en cada distrito, a universidades y organizaciones de la sociedad civil. Asimismo, creemos que en el sector comercial debe promoverse la existencia de empresas periodísticas pequeñas y medianas, y no sólo de las más grandes.
En lo que respecta al propuesto Consejo Federal de Comunicación Audiovisual, sugerimos que sus conclusiones sean vinculantes y solicitamos una mayor presencia de asociaciones profesionales, sindicatos e instituciones universitarias relacionadas con la actividad periodística en su integración.
Creemos que es complementario con los objetivos de esta ley la aprobación de una norma que regule la forma en que el Estado, en todos sus niveles, asigna la pauta publicitaria oficial.
En el marco de debate que se abrió con este proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, promovemos la derogación de las sanciones penales por calumnias e injurias, que pueden ser utilizadas como “leyes mordaza” y que contradicen el espíritu de lo señalado en el texto en debate.
Teniendo en cuenta que en los principios generales de esta ley figura un acceso más democrático a los medios y la ratificación del derecho humano a la información, creemos necesaria la sanción de una legislación amplia (nacional, provincial y municipal) que garantice el acceso a la información pública.
Para evitar un excesivo margen de discrecionalidad en la reglamentación de la ley por el PEN, sugerimos especificar lo más posible su articulado a partir de los consensos alcanzados en el Congreso de la Nación, en especial respecto de la conformación de la autoridad regulatoria. Asimismo, pedimos que el Poder Ejecutivo respete sin distorsiones el texto que sea sancionado en el Congreso al reglamentarlo.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Nueva ley de radiodifusion: ¿más o menos libertad de expresión?

5 millones de dólares para innovadores en periodismo digital



Hasta el 15 de octubre están abiertas las inscripciones para la versión 2010 del Knight News Challenge, patrocinado por la Fundación John S. y James L. Knight. El concurso entregará hasta 5 millones de dólares a iniciativas que usen experimentos digitales para transformar las noticias comunitarias.
El Knight News Challenge está abierto a participantes de todo el mundo y tiene tres reglas. “Los proyectos deben ser usar tecnología digital de código abierto (open source), distribuir noticias de interés público y ser testeados en una comunidad local”.
El concurso, ya en su cuarto año, ha premiado a la fecha 35 trabajos de un total de 7 mil postulaciones. Entre los ganadores figuran jóvenes veinteañeros, el inventor de la World Wide Web y el experimento de noticias hiperlocales Everyblock.com, que recientemente fue adquirido por MSNBC.com.
Vea la lista de ganadores del Knight News Challenge de 2007, 2008 y 2009.
Los postulantes pueden presentar sus propuestas en dos categorías, "abierta" o "cerrada". La primera es para los trabajos que podrán ser vistos y comentados por el público; la segunda, para proyectos que no están listos para ser difundidos públicamente.
Para más informaciones, vea este video en el que la Fundación Knight describe el News Challenge. También puede leer las preguntas frecuentes e inscribirse en chats en vivo programados para el 9 de septiembre y el 7 de octubre.
Los formularios de inscripción están disponibles aquí.

Knight Center for Journalism

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Becas para periodistas latinoamericanos



La Red Internacional de Periodistas (IJNet, por su nombre en inglés) destaca las siguientes oportunidades para que periodistas estudien en el extranjero y para que reporteros menores de 25 años participen en un concurso internacional.

* Periodistas de América Latina pueden postular a becas en estudios de cooperación internacional en la Universidad San Buenaventura en Cartagena, Colombia. El programa se realizará entre febrero y diciembre de 2010 y las becas cubrirán la mitad de la matrícula para 10 estudiantes. Vea más detalles aquí y el formulario de inscripción aquí.

* Están disponibles becas para latinoamericanos en universidades de Andalucía, España, incluidos profesores, investigadores y estudiantes de postgrado. Más de 140 becas internacionales promueven el intercambio entre universidades andaluzas y latinoamericanas. Vea la nota de IJNet y la convocatoria oficial.

* Periodistas jóvenes de habla hispana pueden enviar sus trabajos sobre libertad a un concurso organizado por el Grupo Salinas de México. El concurso conmemora el vigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín y entregará varios premios en efectivo. Las postulaciones cierran el 30 de septiembre. Para más información, lea esta nota y visite este sitio web.
Para otra oportunidades de capacitación, visite el sitio de IJNet.

Publicado por Knight Center for Journalism in the Americas (Universidad de Texas, Austin)

jueves, 27 de agosto de 2009

El autor del "artículo más racista del año" espera recibir una medalla por su texto



El peruano Andrés Bedoya Ugarteche, ganador del "premio al artículo más racista del año", que concede la organización británica Survival, ha afirmado que espera recibirlo "con medalla, diploma y en una ceremonia especial".

Bedoya Ugarteche ha declarado al portal en internet del diario El Comercio que no se rectificará por su artículo, publicado en el diario limeño Correo, y aseguró que él no es racista, a pesar de que no es la primera vez que escribe textos en los que ataca a la comunidad indígena.
[Sigue +/-]
Según un comunicado publicado en Londres por Survival (Supervivencia), el artículo, titulado "¡Pobrecitos chunchos! y otras torpezas", insinúa que habría que utilizar el napalm contra los indígenas.

"No se qué espera Alan (García, presidente del Perú) que no prepara a su FAP (Fuerza Armada del Perú) con todo el napalm necesario", terminaba el artículo de Bedoya, publicado en el diario el pasado mes de junio.

Al ser consultado sobre estos términos, el autor, un abogado de 73 años, ha señalado que es "como decir 'qué esperas que no le sacas la m?'".
"¿Dónde está el racismo ahí?", ha remarcado para luego añadir que su artículo "¡es una invitación a la defensa propia, por Dios!" y que "es obvio que (Alan García) no va a usar napalm".

El autor ha dicho que en sus artículos siempre se ha caracterizado por usar este tipo de términos que, en su opinión, no ocultan ninguna insinuación racista. En el texto, Bedoya pide a sus lectores no llamarlo racista por sus comentarios y, por el contrario, acusó de serlo a los nativos (a quienes se refiere como "chunchos").

Bedoya ratificó hoy al portal que "jamás" ha usado términos racistas. "Para hacerlo, yo tendría que ser un pura sangre y no lo soy", ha agregago.

El premio al "artículo más racista del año", que forma parte de la campaña de Survival contra el racismo, se propone "desafiar las descripciones racistas de los pueblos indígenas en los medios de comunicación".

Bedoya ha ironizado, al respecto: "Espero que esa condecoración me la otorguen con medalla, diploma y en una ceremonia especial".

El ganador recibe un certificado con una cita del escritor de los indios sioux, Luther Standing Bear, según la cual "el hecho de llevar años llamando salvaje al indio no le ha convertido en uno de ellos".

(Diario Público, de Madrid, y EFE)

domingo, 23 de agosto de 2009

Medios de EE.UU. protestan por el creciente uso del "off the record" entre los políticos

European Pressphoto Agency

Washington (EFE).- Las principales organizaciones de medios de Estados Unidos enviaron hoy una carta a 600 secretarios de prensa de la Administración, entre ellos el de la Casa Blanca, protestando por el creciente uso del "off the record" en actos públicos.
Este término sirve para describir en el argot periodístico aquellas declaraciones que no se pueden publicar ni atribuir a la persona que las realiza.
Los firmantes de la carta señalan que su objetivo es hacer frente a una "fuente común de fricción" entre los medios y los políticos a los que cubren y que en los últimos años utilizan cada vez más el "off the record", incluso en reuniones públicas.
[Sigue +/-]
La práctica es atribuida, sobre todo, a miembros del Congreso y empleados del gobierno federal que suelen ofrecer valiosa información sobre negociaciones en curso, en eventos como conferencias, pero prohíben a los periodistas utilizar los datos o insisten en que no se les cite por nombre en sus artículos.
Los autores de la misiva dicen que los reporteros acceden a menudo a información confidencial en diálogos privados y de forma selectiva, pero se quejan de que "desafortunadamente" la práctica ha aumentado hasta el punto de que los funcionarios públicos no ven problema en decir a grandes audiencias que sus discursos son "off the record".
La carta menciona un caso "reciente" en el que dos altos cargos del Congreso dijeron ante una audiencia de 300 personas que sus declaraciones eran confidenciales.
Los autores dicen que los miembros del Gobierno del presidente de EE.UU., Barack Obama, también han recurrido a la táctica en algunas reuniones públicas.
La práctica, según la carta, perjudica a la prensa y al público en general a favor de otras audiencias que no tienen que respetar esa norma.
Eso permite que a veces personas que no son periodistas utilicen la información de esos eventos en 'blogs' o listas de correos electrónicos para ofrecer pistas sobre la dirección de ciertas negociaciones políticas.
"Pese a esa desigualdad, muchos periodistas en esa situación han respetado el 'off the record'", dice la carta.
Los firmantes piden a los congresistas, a sus empleados y a los representantes de las agencias federales que empiecen a tratar los comentarios en actos con grandes audiencias como "on the record", es decir publicables y atribuibles a la persona que los realiza.
La carta fue firmada por:
American Society of News Editors
Association of Alternative Newsweeklies
Bureau of National Affairs, Inc.
Daily Press Gallery of Congress Standing Committee of Correspondents
New York Times
Newspaper Association of America
Periodical Press Gallery of Congress Executive Committee
Radio-Television News Directors Association
Radio-Television Correspondents' Association
Reporters Committee for Freedom of the Press
Society of Professional Journalists
Tax Analysts
U.S. News & World Report

sábado, 22 de agosto de 2009

La cobertura de la reforma de salud de EE.UU., según la BBC


Esta semana le damos la palabra al corresponsal de BBC Mundo en Washington, Carlos Chirinos, para que reflexione sobre la cobertura que se le ha dado al debate de la reforma de salud en Estados Unidos. (Hernando Álvarez, del Blog de los Editores de la BBC Mundo)

[Sigue +/-]

La Tormenta del Verano

Por Carlos Chirinos, corresponsal de BBC Mundo

Washington.- "Washington se paraliza en verano. El sopor ambiental se apodera de la dinámica política local y por tanto de la dinámica informativa. Como el Congreso y la Corte Suprema entran en receso y muchos funcionarios se van de vacaciones hay pocas cosas que reseñar.

Pero este ha sido un verano distinto. Los medios han estado hablando profusamente de los a veces exaltados cabildos abiertos en diferentes lugares del país, en los que se está debatiendo el plan de reforma del sistema de salud que propone el presidente Barack Obama.

En televisión se ha visto a señores mayores gritándole a la cara al congresista que representa su ciudad por "permitir la socialización" del sistema. Un sistema que es "el mejor del mundo", como decía entre llantos otro día otra señora en otro pueblo - a pesar de que deja fuera a unos 50 millones de personas. Todos llevan indignados pancartas exigiendo que el gobierno mantenga sus "manos fuera del sistema de salud".

También ha habido gente expresando su apoyo al plan, pero ha sido menos visible y sobre todo, menos violenta a la hora de expresar sus opiniones.
En la discusión editorial en nuestra oficina en Washington nos hemos preguntado ¿qué proporción de estos ayuntamientos de verano estaban dominados por los opuestos al plan? ¿Dónde estaban los activistas pro-reforma? ¿Qué tan representativo es todo esto?

Apenas días tras, en la oficina de la presidenta del Congreso, uno de sus ayudantes me recordaba que la mayoría de esas reuniones habían sido tranquilas y se quejaba de que los medios no les habíamos dado tanta cobertura.

En la queja del funcionario quedaba implícita la eterna acusación, nacida de múltiples teorías conspirativas, sobre cómo los medios crean realidades y promueven agendas políticas o de negocios. Ése es un debate que no pretendemos dilucidar en estas líneas, pero del que la BBC está siempre pendiente para no morder señuelos editoriales.

Pero hay que aclarar que nada llama más la atención de las cámaras que un enfrentamiento apasionado. Los que quieren promover sus posiciones en la televisión seguramente lo saben. Así que para bien o para mal en estos días de sopor informativo la noticia terminan siendo los gritos desafiantes a la autoridad parlamentaria y no los acuerdos que puedan estar dándose en otros encuentros. El drama siempre es noticia.

También hay que considerar que la entrada de las cámaras introduce una dinámica distinta en la que ya es prácticamente imposible saber qué es lo espontáneo y qué es lo actuado. Cuántas veces hemos llegado los periodistas al lugar de una protesta y visto cómo los manifestantes inicialmente tranquilos y hasta aburridos irrumpen en gritos y demandas apenas ven las luces y los micrófonos. Lo suficiente como para que quede testimonio en el noticiero.

La pregunta que queda sin respuesta es aquella sobre la espontaneidad de los cabildos. Entre sectores liberales muchos aseguran que no se trata de movimientos comunitarios sino de actuaciones coordinadas por el partido republicano y grupos con intereses en el negocio de la salud. Claro que eso equivaldría a considerar que el único movimiento comunitario auténtico sería aquel que surge de las fila de los liberales.

Obama for América, la exitosa red de comunicación popular que en gran parte ayudó al presidente Obama a llegar al poder, se ha transformado en Organizing for América. ¿Se puede decir entonces que no es un organismo independiente por sus innegables vínculos, al menos sentimentales e ideológicos, con la Casa Blanca?

La semana pasada la Radio Pública Nacional estadounidense acusó el recibo de un inusualmente alto número de cartas y correos electrónicos de escuchas criticando su cobertura de esas asambleas. Muchas de las quejas cuestionaban que se le diera tanto despliegue a una "evidente" estrategia política de sectores conservadores para desbaratar el plan de reforma.

Es cierto que la oposición conservadora ha visto la oportunidad de opacar un poco la imagen del presidente Obama, quien lleva seis meses brillando en solitario en la escena política.

Al final para el gran despliegue de la cobertura hay una confluencia de factores: se trata de un tema que potencialmente puede dañar la hasta ahora alta popularidad del presidente Obama, lo que lo hace noticioso; es pertinente porque es un asunto que desde siempre ha desatado pasiones entre los estadounidenses, y además se produce en verano que suele ser un tiempo informativamente lento.

Cuando existe una coincidencia casi perfecta de causas muchos dicen que hay "una tormenta perfecta". En ese caso la prensa debe estar atenta para navegarla con mucha precaución".